miércoles, 23 de diciembre de 2009

Tesis: "Reflexiones luego de la presentación en vivo de un disco"

El 11 de Diciembre de 2009 presenté en Buenos Aires mi tercer disco "Me voy a escapar... (Parte I)".
Fue la culminación de un trabajo en equipo de muchas personas, entre los cuales me encontré yo (el burro primero), mis músicos, mi manager, mi productora, etc. Fue un esfuerzo planeado cuidadosamente desde hacía meses. No era para mí cualquier cosa, de repente algo me hizo "click" y dije "Wow... es mi tercer disco!". Y me puse a recordar desde que comencé como solista, allá por el 2004, todas las cosas que sucedieron en el camino. Historias tristes, historias alegres, crisis, euforia, depresión, cambio de paradigmas, cambio de vidas... el tercer disco es el "último" disco para muchas bandas, ya que muchos contratos discográficos suelen ser por tres discos. Libre de ese problema, yo ya lancé dos, así como lanzaré muchos más, si el destino así lo desea... pero este tercero tiene un sabor especial. Pude sentir algo diferente en el ambiente mientras lo creaba, grababa, y me preparaba para la "gran presentación". Vinieron a mí miles de recuerdos, anécdotas, vivencias... toda una mini-vida que había transcurrido entre el 2004 y el 2009. Todo eso se merecía mi mayor respeto, tanto por las situaciones que viví, y por la gente que me acompañó y estuvo a mi lado, apoyándome, ayudándome, dándome fuerzas... hasta incluso los que se borraron me ayudaron, porque toda mi música se basa en lo que la vida me inspira, y ellos a su manera me han inspirado también. Por respeto a mi equipo de trabajo, a mí mismo, y más importante, a mi público, debía dar lo mejor de mí en ese escenario el 11 de Diciembre. Realmente lo mejor. Y fue todo un festejo para mí, poder transmitir emociones y sensaciones esa noche, con la alegría extra de que en realidad solo la mitad de la presentación estaba hecha, ya que la "Parte II" del disco saldrá el próximo año, y será la presentación del total de las canciones.
El mundo ya no es lo que era. Rockstars pateando amplificadores y rompiendo cosas en su jet privado son parte de un modelo que hoy es una fantasía. Aunque hoy más que nunca se realcen las cuestiones estéticas y artísticas (no necesariamente musicales), ser un "Rockstar" hoy es un trabajo duro. Las estrellas que brillan hoy son un reflejo del pasado. Un pasado de flashes fotográficos en situaciones in fraganti, escándalos, ostentación... que cada vez tienen menos sentido para la gente. Las estrellas que brillarán mañana, lo harán por su calidez, su capacidad de iluminar a todo el mundo que las rodee. Transmitir esa luz es mucho más que hacer música. Se trata de conectarse a nivel emocional con las personas. Un grupo de mil personas no es una masa. Son mil personas. Cada una de ellas con un Universo privado único, que comparte ciertas características con el de otros. Llegar al corazón de esas miles y miles de personas es la tarea de las estrellas del futuro. Sin vanidad, sin ostentación, sin escándalos... sincerémonos. Yo escucho y veo a un artista que me transmite algo, intangible tal vez, pero importante para mí. Me importa tres cuernos cuán drogado esté, con quién se acueste, o cuántas guitarras rompa. Más allá de eso, ese artista tiene una conexión conmigo, estamos sintonizados a nivel emocional por algún motivo.
Eso mismo, mis queridos concurrentes al evento del 11, es lo que recibí de su parte y lo que intenté darles: una conexión. A nivel intelectual, emocional, espiritual... como quieran llamarle. Les agradezco desde el fondo de mi corazón por formar parte de ese momento y sepan que, quieran o no, tenemos un vínculo entre cada uno de ustedes y yo. Y es mutuo, yo recibo tanto como doy. Así que gracias... y seguiré trabajando para que nuestro vínculo siga vivo, tratando de superarme a mí mismo como compositor, guitarrista, cantante, instrumentista... en definitiva, tratando de superarme como persona.
Nos vemos la próxima?